07 abril 2008

Casas de colores y miles de sensaciones de esas de atesorarlas para siempre
Sabores y olores diferentes, con un aire peculiar y propio que pide más tiempo para disfrutarlo, para absorberlo todo y dejar que te llene con la calma que dan los lugares conocidos...
Porque esa ha sido la sensación, todo era nuevo pero yo ya había estado allí, lo conocía de antes
Desde hace años tengo la seguridad de que de una forma o de otra mis pasos acabarían llevándome a Buenos Aires... Y ahora sé que esta visita no será la única


4 comentarios:

Ceceda dijo...

muchos más años llevo yendo a Buenos Aires... y ahora gracias a tu vena viajera vamos a ir en persona.
Cada vez falta menos

La oveja magenta dijo...

"Más tiempo para disfrutarlo"... "esta visita no será la única". Ahí, ahí, ve haciéndote a la idea de que conmigo vas otra vez, como mínimo. Y así, matas dos pájaros de un tiro, revisitas una ciudad que te ha dejado con ganas de más y haces feliz a esta persona que te piensa con nostalgia desde esta orilla. Cuando ponga los pies en Ezeiza, antes de derramar la primera sonrisa de felicidad quiero ver tu cara esperando desde el otro lado del cristal. Besote

La oveja magenta dijo...

Ah, cuéntanos más, mucho más de ese viaje, anda. Que algunos llevamos años rompiendo promesas de ir con nosotros mismos. No tenía ni idea, por cierto, de lo de tu bisabuela. Esa promete ser otra historia digna de contar. Más besotes

Anónimo dijo...

Eres la cuarta generacion de "Veras" que llegan a Buenosaires.De ptra manera pero llegaste.
Ahora llegará la tercera.