18 mayo 2008

Nunca había entrado en mis planes de un domingo ideal meterme en una convención internacional de cómics, pero después de entrevistar al asturiano Ángel de la Calle (segundo por la derecha en la fotografía de aquí arriba) me picaba la curiosidad de ver qué se cuece en este tipo de encuentros.
Ángel es un tipo encantador, hablador hasta el extremo, dibujante al que algunos conocerán por la tira Mar y Mary que cada verano sale en El Comercio, colaborador habitual y diseñador del cartel de la Semana Negra de Gijón.
Si hay gallegos hasta en la Luna, creo que el dicho es perfectamente aplicable a los asturianos y eso debió de pensar este diseñador gráfico e historietista cuando sorteó uno de sus libros con la pequeña trampa de regalarlo si había alguien en la sala "llegado del mismo lugar de España que él".
Ángel habla con pasión de su trabajo (también organiza desde hace más de diez años la Semana del Cómic de Avilés) y es una enciclopedia andante de nombres y fechas relacionadas con su mundo.
El libro que ha sacado con la vida de la fotógrafa Tina Modotti no tiene desperdicio, así que a ver si algún familiar caritativo (ejem) lo busca para que a mi vuelta lo pueda disfrutar. Prometo reembolsar lo gastado en este tipo de inversiones ;-)
Habrá que seguirle la pista porque su próxima novela gráfica promete años 70, Latinoamérica, revolución y sueños rotos.
Al margen de esta nueva incorporación a mi colección de "personas que justifican mi fe en el ser humano", en el encuentro se reunieron cientos de chavales disfrazados (creo que la media de edad de los asistentes rondaba los 16-19 años, cuando me parece que en este tipo de encuentros en España es algo más alta) y unas cuantas conferencias interesantes sobre la situación del cómic en Latinoamérica, la eterna lucha entre las editorias Marvel y DC, la autobiografía como tendencia actual en las historias gráficas y la presentación de los trabajos nuevos de creadores locales.
Tipos de negro absoluto y ojos ahumanos, princesas con alas, extraterrestres, pelos de todos los colores, catanas, espadas, coloridos accesorios, metralletas láser, varitas mágicas de estrellas, lazos, cancanes, samuráis y caballeros jedi te hacen corroborar que lo de la globalización alcanza todos los niveles y todos los países, al margen de su poderío económico e industrial. Los uruguayos tienen un complejo de inferioridad bastante importante, con la sensación de que en este país chiquito nunca pasa nada y nunca se hace nada. Y resulta que en eventos como éste te encuentras con un montón de editoriales alternativas, de gente joven con ganas de hacer cosas interesantes, de dibujantes empeñados en que se conozca lo que hacen, de locutores de radio que sacan semanalmente un programa sobre cómics...
Así que disfruté del domingo como una enana, me vine con el bolso lleno de fanzines y publicaciones más o menos buenas, saqué una buena cantidad de fotos, metí a Paula conmigo en la convención y me reafirmé en mi criterio de selección de cosas "noticiables" cuando comprobé la cantidad de webs que se habían hecho eco del texto escrito ayer.
Al hilo de este enlace que os dejo debo decir que empiezo a creer que tengo alguna vida pasada relacionada con Cochabamba (Bolivia) porque no hay crónica o noticia más o menos extensa que saque que no publiquen ellos. ¡Bienvenido sea!

1 comentario:

Ceceda dijo...

el libro ya está encargado, no sé yo tanta tecnología...
Me alegro que hayas disfrutado...