06 septiembre 2008


Ya lo decía el poeta y ellos dos se están tomando bien a pecho eso de hacer camino al andar. Por tercer año consecutivo se cuelgan las mochilas a la espalda y se disponen a recorrer a patita los kilómetros que les separan del mágico campo de la estrella, donde termina la vía láctea, donde se conjugan leyendas ancestrales, con historias medievales y con rituales cristianos bien arraigados.
Envidio su tesón y su constancia, su capacidad por disfrutar de la simple visión de un árbol solitario en mitad de la nada, su sentido del compañerismo y su alegría por conocer gentes de cualquier parte y condición.
A la vuelta (a la mía) espero ver fotos comentadas con anécdotas y experiencias.
¡Buen camino!

2 comentarios:

Ceceda dijo...

qué conste que llevamos con nosotros el cariño incodicional de nuestras tres " estrellas".

Chuli dijo...

El Camino es el Camino... ya me lo decían a mí, antes de echarme también a andar.
Hay que hacerlo, y me alegra que no soy la única "loca" de la familia en recorrer por esos caminos llenos de historias e Historia.
A ver qué cuentan la próxima vez que les vea! =D